¿Cómo pueden combinarse inteligencia artificial y salud para la prevención o mejora de las enfermedades psicológicas? ¿Es posible que algo tan nuevo y disruptivo como la tecnología y la inteligencia artificial puedan influir sobre algo tan grave e importante como la salud mental?
Son muchos los estudios que se realizan hoy en día sobre la aplicación de la tecnología a la medicina y son muchas sus diferentes aplicaciones. Hablaremos en el post de dos de las más recientes.
Youper: Un ejemplo de inteligencia artificial y salud que reduce el estrés y la depresión
Un estudio de Stanford ha realizado una investigación sobre una terapia que se basa en tecnología e inteligencia artificial para ayudar a reducir el estrés y la depresión.
Este estudio se basa en Youper – una aplicación de salud que impulsa la IA para mejorar los síntomas de depresión y estrés.
“El sistema de atención a la salud mental nos está fallando: los estudios demuestran que un paciente puede tardar diez años en recibir un tratamiento adecuado. La telemedicina por sí sola no puede resolver este problema: no hay suficientes profesionales de la salud y ellos mismos están desbordados”, dijo el doctor José Hamilton, fundador y director general de Youper, en un comunicado de prensa.
Y así fue como surgió la idea de Youper. La aplicación conecta al usuario con un terapeuta de IA llamado Youper, que se encarga de evaluar las necesidades de salud mental del paciente y de recomendar una serie de intervenciones para resolver sus síntomas y mejorar su estado de ánimo. ¿Y cómo lo hacen?
- Mejorando el día a día del paciente con conversaciones rápidas
- Ayudándole a conciliar el sueño a través de ejercicios de relajación y calma
- Utilizando prácticas de mindfulness para aumentar la sensación de concentración, equilibrio y bienestar
- Ayudando al usuario a comprenderse a sí mismo, haciendo un seguimiento, monitorizando su estado de ánimo y controlando sus síntomas
El estudio de Stanford observó que los usuarios de la aplicación reducían su ansiedad y depresión en un 24% y 19% respectivamente.
STOP: ¿Es posible prevenir los suicidios a través de la IA?
Otro proyecto que también utiliza la IA en este caso para prevenir suicidios es el llamado proyecto STOP. Lo lidera Ana Freire, investigadora en el Departamento de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de la Universitat Pompeu Fabra. Este proyecto se encarga de buscar, estudiar y analizar patrones de comportamiento suicida en las redes sociales.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el suicidio es la principal causa de muerte no natural en España con una media de 10 fallecimientos por día.
Uno de los datos más preocupantes es que cada vez son más los jóvenes con comportamientos suicidas, sobre todo tras la crisis pandémica que seguimos viviendo.
“La Asociación Española de Pediatría, de hecho, alertaba recientemente de las consecuencias de la pandemia en adolescentes y señalaba cómo los ingresos psiquiátricos de este grupo de población se han multiplicado por cuatro, respecto a las mismas fechas en 2020”
Podemos leer en una noticia del medio El Español que realizó una entrevista Ana Freire.
Ana Freire comenzó a investigar sobre todo ello cuando dio por casualidad con una publicación en Facebook de una mujer que anunciaba su inminente suicidio.
La investigadora vio que sus anteriores publicaciones delataban que la mujer padecía una depresión muy grave y se preguntó cómo no podía existir un sistema que detectara de forma automática estos comportamientos suicidas en la red.
Así se lanzó el proyecto de inteligencia artificial y salud que estudia tendencias suicidas en redes sociales
La IA sirve a los investigadores de este estudio para reconocer patrones de alto y bajo riesgo de suicidio basándose en tweets anónimos.
El estudio se basa en Twitter porque es una de las redes sociales que más facilitan los datos y la información necesaria para investigadores.
No obstante, los resultados obtenidos pueden aplicarse a cualquier red social. Como podemos leer en la entrevista de El Español:
“De estos tweets extraemos diferentes características que analizan nuestros algoritmos, como la frecuencia de ciertas palabras, la hora de publicación (para detectar insomnio), el número de likes o retweets que recibe esa publicación (para medir el apoyo social), e incluso analizamos las imágenes que en ocasiones acompañan al texto”.
A su vez afirma: “La aplicación de la IA a esos tweets nos ha permitido establecer características diferenciales entre los grupos de “alto riesgo” de suicidio y “libre de riesgo”: el primer grupo tiende a hablar más en primera persona y a utilizar términos relacionados con sentimientos, entre los que destaca la ansiedad”. El sistema es capaz de detectar patrones a un 85% de precisión.
Definitivamente, toda una evolución y mejora en el sector de la salud mental gracias a la inteligencia artificial y a la tecnología.
Esperemos que este tipo de iniciativas y proyectos sirvan para prevenir la depresión, la ansiedad y el suicidio y ayuden a todas las personas que lo necesiten a mejorar su situación personal.