El potencial económico de la inteligencia artificial

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En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser ficción para aparecer, poco a poco pero de forma muy real, en nuestras vidas. Al estudiar el futuro de la inteligencia artificial aparecen una serie de cuestiones éticas, desafíos y oportunidades que vamos a analizar en detalle.

¿Cómo podemos definir la inteligencia artificial? Desde que John McCarthy lo definió por primera vez en 1956, el término inteligencia artificial ha estado sujeto a debate. La IA se usa como reclamo publicitario para promocionar productos “inteligentes”, aunque habría que estudiar cuánto se usa en realidad la inteligencia artificial en tales productos.

El estudio de qué es la inteligencia artificial nos hace reflexionar sobre nuestra propia inteligencia y los muchos factores que entran en juego cuando un ser humano toma una decisión. Y es precisamente en la capacidad de algo artificial de tomar decisiones razonadas donde se sitúa buena parte del debate en torno a la IA.

La influencia de la inteligencia artificial en nuestro futuro

La tecnología es la principal fuerza que está transformando nuestras vidas y hábitos de consumo. Al menos un 70% de las empresas en todo el planeta adoptarán una forma de tecnología que tenga algún componente de inteligencia artificial en los próximos 10 años, según un análisis de la consultora americana McKinsey.

Se espera que el gasto global en sistemas con inteligencia artificial se duplique en la próxima década, pero el avance de la IA también trae problemas, como la seguridad informática. El mayor reto para las compañías tecnológicas es el desarrollo de sistemas seguros, lo que promueve nuevas oportunidades para empresas que decidan dedicarse a la ciberseguridad.

Vías de crecimiento basado en IA

Es fundamental tener en cuenta la pluralidad y las particularidades de este sector, y hay que estar abierto a identificar nuevas oportunidades. La inteligencia artificial es un nuevo factor de producción a considerar y tiene el potencial de crear nuevas oportunidades de crecimiento, transformar la manera de realizar ciertos trabajos y reforzar el papel de las personas, impulsando el crecimiento económico.

Como nuevo factor de producción, la IA abre nuevas vías importantes para el crecimiento económico. La inteligencia artificial es un recurso híbrido capital/trabajo, cuya función es la de ampliar y trascender la capacidad actual de ambos factores para propulsar el crecimiento económico.

Es nuestro deber preparar a las generaciones futuras para el papel que va a desempeñar la inteligencia artificial en sus vidas. El objetivo debería ser la integración de la inteligencia humana con la inteligencia artificial, reforzando el rol de las personas para generar conocimiento.

También es importante fomentar la normativa impulsada por IA, actualizando y creando leyes flexibles y de autosuperación para cerrar la brecha que existe entre el ritmo del cambio tecnológico y el ritmo de la respuesta regulatoria.

El impacto en los negocios y los retos del futuro

La inteligencia artificial está cambiando la forma en la que producimos y trabajamos. La IA está teniendo un gran impacto en el mundo empresarial, ya que sus usos más demandados en la actualidad son la innovación y la creación de nuevos productos y servicios, la mejora de la eficiencia operativa y de costes, así como facilitar y acelerar la toma de decisiones. 

Además, automatización e IA presentarán desafíos en cuanto a la gestión del talento, la flexibilidad del trabajo y la movilidad, aspectos con gran trascendencia social.

La inteligencia artificial también se está empezando a usar en la protección del medio ambiente, con usos en la lucha contra el calentamiento global, la protección de la biodiversidad o la gestión de recursos como el agua.

En resumen, como todas las nuevas tecnologías, los beneficios y los perjuicios de la IA dependen de cómo decidamos usarla. Por ello, cada vez más instituciones académicas insisten en la necesidad de establecer un marco de gobernanza transparente para la inteligencia artificial. La IA no solo supone retos y ventajas a gran escala, si no que está cambiando la forma de vivir y hacer negocios.