En 2019 un equipo de la Universidad de California superó a la mayor supercomputadora del mundo con una computadora cuántica. Gracias a él se consiguió resolver una tarea compleja en 200 segundos (una supercomputadora convencional habría tardado 10.000 años en esa misma tarea).
Computación cuántica, ¿bits y qubits?
Nuestro día a día cada vez está más informatizado. Esto significa que cada vez se generan más códigos binarios (lo que comúnmente llamamos bits) que se representan con “o” o con “1”. No obstante, si hablamos de física cuántica, esto se complica: hay qubits y bits cuánticos. Además, estos pueden representar tanto el 0 como el 1 al mismo tiempo (incluyendo todos los estados intermedios).
Imagínate que un qubit es una moneda, con un bit digital podría caer con la cara hacia arriba o hacia abajo (es decir, podría ser 0 ó 1), pero cuando hablamos de qubit, la moneda podría girar sobre la mesa sin saber si ha salido cara o cruz.
Hablemos del entrelazamiento cuántico
Albert Einstein planteó junto a Boris Podolsky y Nathan Rosen el principio de entrelazamiento cuántico. Y es que dos sistemas cuánticos, los qubits están correlacionados en sus estados (lo que hace que tengan el mismo estado).
Si seguimos con el ejemplo que comentábamos antes, cuando dos monedas rotan al mismo tiempo, van a tener el mismo estado. Una vez la moneda caiga hacia un lado u otro, se rompería el enlazamiento cuántico.
Una de las ventajas de los qubits es que pueden adoptar varios estados de forma simultánea. Esto hace que puedan llevar a cabo cálculos mucho más rápidamente.
No obstante eso es la teoría, en la práctica se tienen que cumplir el resto de condiciones:
- Un enlazamiento cuántico correcto.
- Una tasa de error muy reducida.
- Nulas interferencias.
El desafío muchas veces se encuentra en poder mantener la precisión. De esta manera, se ha desarrollado un sistema de corrección de errores.
¿Van a sustituir los ordenadores cuánticos a los convencionales?
La respuesta es rápida, y es que los ordenadores cuánticos no sustituirán a los convencionales, la razón es que no son siempre necesarios.
Hasta ahora, no se ha podido demostrar que un ordenador cuántico pueda funcionar de manera estable durante horas, días e incluso años. En la actualidad, los programadores usan programas únicamente para realizar pruebas con este tipo de ordenadores, pero no para resolver otras tareas globales más allá de la mecánica cuántica.